Bajo estrictas medidas de seguridad, otro grupo de 900 reos fue trasladado del penal de Topo Chico al de Apodaca, en Nuevo León.
Los reclusos fueron trasladados a bordo de unos 59 autobuses, que estuvieron resguardados por elementos de Fuerza Civil y la Guardia Nacional.
Las acciones forman parte del plan que contempla el cierre del penal de Topo Chico, que fue inaugurado en 1943.